Una profunda y misteriosa conexión los impulsa a volver una y otra vez.

Todos lo años poblaciones enteras de animales y especies vegetales se desplazan miles de kilómetros a través de océanos y continentes en un viaje muy preciso, no pueden perder el tiempo, deben llegar a destino en el momento justo. Una profunda y misteriosa conexión los impulsa a volver una y otra vez.

La madre naturaleza es dueña de todo lo que habita en nuestro planeta. Las cosas más impresionantes suceden gracias a la perfección que el delicado pero majestuoso ciclo de la vida tiene para todo ser vivo y también para la materia inerte. Unos de esos ciclos épicos son sin duda, las migraciones del mundo animal y del mundo vegetal.

Covid-19 y Migración.

Cierre de fronteras como medidas de prevención, xenofobia y tratos discriminatorios.

En medio de la emergencia por el nuevo coronavirus en el mundo, los refugiados, desplazados y solicitantes de asilo son población vulnerable. Algunos ni siquiera tienen dónde vivir como para cumplir las órdenes de cuarentena  y otros están en campamentos atiborrados de personas, donde es imposible un aislamiento seguro. Para completar, en un alto porcentaje de los refugios el agua, vital para evitar el contagio, es escasa. Para ellos la guerra y la persecución continúan. 

"Imaginen que el contagio del coronavirus se extiende por Europa de manera incontrolada mientras que en el continente africano, por las condiciones climáticas, no tiene incidencia. Aterradas, las familias europeas escaparían de la enfermedad de manera histérica, camino de la frontera africana. Tratarían de cruzar el mar por el Estrecho, se lanzarían en embarcaciones precarias desde las islas griegas y la costa turca. Perseguidos por la sombra de una nueva peste mortal tratarían de ponerse a salvo, urgidos por la necesidad. Pero al llegar a la costa africana, las mismas vallas que ellos levantaron, los mismos controles violentos y las fronteras más inexpugnables invertirían el poder de freno. Las fuerzas del orden norteafricanas dispararían contra los occidentales sin piedad, les gritarían: vete a tu casa, déjanos en paz, no queremos tu enfermedad, tu miseria, tu necesidad. Si los guionistas quisieran extremar la crueldad, permitirían que algunos europeos, guiados por las mafias extorsionadoras, alcanzaran destinos africanos, y allí los encerrarían en cuarentenas inhóspitas, donde serían despojados de sus pertenencias, de sus afectos, de su dignidad." - David Trueba


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